Desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó disminuir el consumo de edulcorantes debido a los problemas en la salud que puede ocasionar, muchas personas buscan otras alternativas para reemplazar a este producto. En este marco, los profesionales de la salud eligieron a un alimento como el endulzante natural por excelencia y que también ayuda a combatir la anemia.
Atención: estos son los alimentos que no deben recalentarse porque pueden liberar toxinas peligrosasEste endulzante es la miel, que además de ser el ideal para sustituir al azúcar, su consumo regular nos ayuda a aumentar la energía, combate el insomnio y previene enfermedades coronarias. ¿Cómo tomarla y cuál es la más recomendada?
Las propiedades de la miel
La Fundación Española del Corazón (FEC) explicó en su página web oficial que la miel es un alimento "terapéutico" y con muchas propiedades nutricionales. Además, resaltaron que su consumo se remonta a 10.000 años, cuando se utilizaba para curar diversas afecciones.
Según el tipo de colmena, la miel ofrece diversas sustancias, como los ácidos orgánicos, ácido fólico, vitaminas (C, B1, B2, B3 o B5), enzimas, aminoácidos esenciales, calcio, hierro, fósforo y otros minerales.
Por su gran aporte en azúcares, la FEC informó que este endulzante natural favorece a la producción de energía entre un 75% o 80% y que su consumo es ideal para personas anémicas o convalecientes que necesitan recuperar su vitalidad.
A su vez, la miel ayuda a restablecer el ritmo habitual del organismo, previene enfermedades coronarias al aportar energía a la musculatura cardiaca y favorece la producción de fosfatos orgánicos.
¿Cómo tomarla y cuál es la más recomendada?
La FEC detalló que la miel debe tener un tratamiento adecuado para mantener sus nutrientes. Por ello, recomendó no comprar productos industriales y optar por alternativas artesanales.
También explicó que deben conservarse en tarros cerrados alejados de la luz y la humedad. Dependiendo de las flores de las que proceda, La FEC señaló que la miel tendrá los siguientes beneficios terapéuticos:
Miel de romero: favorece el funcionamiento hepático, es tonificante y expectorante.
Miel de eucaliptus: indicada para gripes y catarros.
Miel de tomillo: digestiva y antiséptica.
Miel de brezo: ideal para combatir la anemia.
Miel de espliego: expectorante y sedante.
Miel de encina: ideal para la bronquitis y el asma.
Miel de azahar: ayuda a conciliar el sueño y tiene efectos sedantes.
Miel de espliego: efectos antiinflamatorios, alivian la tos y la laringitis.